Qué está pasando con la construcción en La Ceja

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Qué está pasando con la construcción en La Ceja
Autor: Columnista Invitado
La Ceja | 05 de Enero, 2025

La Ceja es considerado un buen vividero, históricamente su gente es conocida por ser muy amable, cálida y hospitalaria, pero con el aumento en la llegada de personas de otras partes del país y la laxitud en la exigencia del cumplimiento de las normas, aparecen importantes retos en materia la convivencia y el control del espacio público.

Tras la pandemia, miles de personas han visto a nuestro municipio como un buen sitio para vivir y para invertir, pero no todos ellos, ni todos los cejeños, nos comportamos de la mejor manera en esta nueva realidad.

El boom de la construcción en La Ceja es innegable. A diario se construyen casas y edificios de apartamentos por todo el municipio. Se derriban casitas de antaño, se deforestan amplios terrenos y se venden referentes religiosos para la llegada de nuevas unidades habitacionales.

Un festín para cualquier administración municipal, ya que con este fenómeno crece el recaudo del impuesto predial, gracias a la llegada de miles de nuevos propietarios, como será el caso de La Ceja Real, un proyecto que tendrá por lo menos 600 casas y 1000 apartamentos, y Jardines de La Colombiere con más de 300 casas, sin contar con lo que vienen representando en materia de ingresos proyectos como Lorient, Riveras del Tambo, Vallejuelos, Verona, Cataluña y Torres Maumi, entre otros.

Pero con estos miles de millones también llegan muchos problemas, no solo en lo relacionado con servicios públicos, con desplazamiento de fauna, con congestión vehicular, con vías deterioradas, sino con las ofertas educativas, de salud, y sobre todo con la tranquilidad de un otrora pueblito calmo del Valle de San Nicolás.

Las constructoras aprovechan el “cuarto de hora” sin importarles sus posibles afectaciones en lo más mínimo. No respetan horarios, extraen aguas de las quebradas incluso con motobombas y hasta convierten sus obras en espacios donde la música suena más duro que en los negocios de algunos exmandatarios.

Invaden andenes e incluso vías sin ninguna demarcación, bloquean zonas podo táctiles y exponen a los peatones, sobre todo a aquellos con limitaciones visuales o que transitan con coches o sillas de ruedas.

Para colmo, algunas, incluso tras más de cinco años de haber entregado sus obras, no han escriturado, se declaran en quiebra y se encuentran inmersas en demandas por incumplimientos.

Pero no para allí. La Secretaría de Planeación al parecer no tiene “los dientes” necesarios ni el personal para realizar el control urbanístico. Son múltiples las violaciones en esa materia las que vienen pasando “de agache”, como la construcción de casas bifamiliares en terrenos aptos para unifamiliares.

En promedio, según el último censo nacional, en cada vivienda colombiana residen 3.1 personas, lo que implicaría la llegada de más de 10.000 personas en solo un par de años a La Ceja, y la verdad no creemos que nuestro municipio se encuentre preparado.

La oferta educativa pública y privada es baja, basta ver salones de clase con cerca de 50 alumnos por curso; la oferta en materia de salud ni hablar; la tecnología en materia de seguridad no es suficiente; la oferta cultural es casi nula y nuestras vías no solo se encuentran en regular estado y son estrechas, sino que se hayan invadidas por el comercio que se adueña de la vía pública estableciendo parqueaderos exclusivos para sus clientes o incluso para caballos.

A nivel de servicios públicos la situación es preocupante. Las alertas por la cercana escasez de gas y por la ya creciente reducción en la presión del agua en algunos sectores deben ponernos a pensar cómo sobrellevaremos esta situación, que más que traer dinero a las arcas del municipio, traerá grandes retos e incluso problemáticas. 

En su trabajo de grado "Potencial de crecimiento urbano del municipio de La Ceja según su disponibilidad hídrica" para optar al título de Ingeniería Ambiental de la EIA de Envigado, Laura Ramírez y Juliana Sánchez, afirman que La Ceja contará con más de 90.000 habitantes para 2025 y cerca de 130.000 para 2030. Igualmente indican que "desde el análisis de las cuencas que abastecen La Ceja se presenta un déficit, evidenciando una perspectiva estrecha en cuanto al suministro, indicando que en algún momento no va a haber agua".

Confiamos en que nuestros mandatarios, incluidos los concejales, tengan claro el panorama, tengan presente su rol en esta importante transición y que tomen las medidas pertinentes, incluyendo acuerdos municipales y políticas públicas, para que con el paso de los años no se deteriore cada vez más nuestra calidad de vida, mientras crece la burocracia y el patrimonio de unos cuantos.

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